En el viaje a Roma, ponte de pie bien temprano, prepara tus cosas del día y convierte en el protagonista de la Roma Imperial visitando el Coliseo Romano. Y lo mejor es ir temprano porque las colas que se montan aquí son de aupa. La entrada de 12€ te da derecho a entrar al Coliseo, al Foro y al Palatino.
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El Foro Romano y el Palatino son visitas para dedicarle tiempo en la mañana entera, sin prisas, atendiendo a los detalles e imaginarse que, lo que pisas, se desenvolvió el movimiento del día a día en la capital del Imperio.
De allí puedes encaminar tus pasos por la Vía dei Fori Imperiali, dejando a un lado el Foro y el Mercado de Trajano y llegarás a la enorme y delicada Columna Trajana. Puedes comer por esta zona, aunque aléjate un pelín de los restaurantes más próximos al Coliseo, que serán los más caros. Un local de pizza al trancio no es mala opción.
Recorriendo lugares
Haz un pare en la Piazza Venezia, epicentro de los medios de transporte del centro de la ciudad. Aquí sobresalen el Palacio de Venecia a un lado, desde donde Musolini lanzaba sus arengas al pueblo italiano, y el impresionante Monumento a Vittorio Emanuele II . No te olvides de visitar la Tumba del Soldado Desconocido y, si quieres, paga la entrada para acceder a su terraza en ascensor y contemplar el Foro y el Coliseo desde otro punto de vista.
En viaje a Roma y visitando sus sitios de historia dirígete a la Colina Capitolina, coronada por la Plaza del Campidoglio, allí te esperan innumerables sorpresas, desde la escalinata La Cordonata, hasta los Museos Capitolinos , a los que merece la pena dedicar un par de horas. No te vayas sin asomarte a la parte trasera de estos edificios, para tener unas vistas impresionantes del Foro y del Palatino.
Visita el Ghetto, el antiguo barrio judío. En tu recorrido no se te olvide pasar por las ruinas del Teatro Marcelo y las cercanas del Pórtico de Octavia, donde se encontraba el mercado de pescado. Y cómo no, la Sinagoga de Roma, con el Museo Hebraico. Ah, y la Piazza Mateo, con su Fuente de las Tortugas.
Información
Esta es una muy buena zona para probar algunas especialidades romanas. En Vía del Portico d´Ottavia hay muchos barecitos con encanto, perfectos para terminar nuestro segundo día en Roma.
Podemos aprovechar nuestra ubicación y dar un salto a la Isla Tiberina a través del Ponte Fabricio, que une el Ghetto con el Trastévere.